Sunday, October 26, 2008

La Oscura Verdad de Juana Inés de la Cruz

La Respuesta a Sor Filotea de la Cruz es un texto inmensamente revelador. Digo inmensamente porque su contenido no se puede imaginar dentro de ningún límite, y es revelador no sólo en su propósito principal sino también en otros aspectos más. Con un poco de rubor en mi rostro debo confesar que el inicio del texto me predispuso a imaginar que el desenlace de todo el argumento de la carta de Juana Inés iba a ser una excitante declaración homosexual. Al inicio, hubo muchos detalles que me inclinaban a pensar en que la lectura frente a mis ojos era el fruto de un amor reprimido por la moral de la época. Aspectos como una mujer dirigiéndose a otra casi de forma secreta, la condición de “religiosas” del remite y el remitente de la carta, y toda la intriga contenida en las páginas introductorias del texto fueron algunas de las causas que me llevaron a imaginar que Juana Inés estaba a punto de revelarme el amor prohibido del cual era presa. Mi ansiedad llegó al clímax en la página cinco, y no creí lo que mis ojos leían que era la declaración de Juana Inés y decía así:

Prosiguiendo en la narración de mi inclinación [nótese que esta palabra terminó
por comprobar mis sospechas], de que os quiero dar entera noticia, digo que no
había cumplido los tres años de mi edad cuando, enviando mi madre a una hermana
mía mayor que yo a que se enseñase a leer en una de las que llaman amigas, me
llevó a mí tras ella el cariño y la travesura [estas últimas palabras
alimentaron mucho más mi curiosidad].

Sin embargo, inmediatamente después de esas líneas, toda mi ilusión quedó extinguida al darme por enterado con entera certeza de la inclinación y desenfrenado amor que atormentaba a Juana Inés: el amor por el conocimiento. Después de esta revelación fue que pude entender y justificar el derroche expresivo de tal retahíla. Juana Inés es una verdadera representante del arte de la retórica y un modelo ejemplar a seguir. La carta de Juana Inés muestra de principio a fin cómo es que su devoción amorosa por el arte de conocer la llevó a poseer tal discernimiento sobre diversas ciencias. La carta en sí muestra a Juana Inés como persona instruida bajo el sistema de enseñanza tradicional de su época. Tal sistema constaba básicamente en dos partes: el Trivium, la primera de las partes, se dedicaba a ilustrar a los discípulos en las artes de la gramática, la retórica y la lógica; mientras que el Quadrivium o segunda parte del proceso educativo, se concentraba en los asuntos de matemáticas, música, astrología y geografía. Creo que después de leer el texto de Juana Inés, lo que digo aquí queda más que explicado.

Sunday, October 19, 2008

Un Viaje a lo Largo de la Labor Conquistadora

Los tres libros que hemos leído durante esta primera mitad del curso han sido para mí como un viaje durante los años de conquista. Digo esto porque el orden de las lecturas ha sido como una recapitulación del viaje y experiencias de los europeos en el nuevo continente. Es así que mi viaje, como cualquier europeo involucrado en la conquista del nuevo continente, empezó con naufragios. Después de ese duro comienzo, pasé por el proceso de destrucción de las Indias, y al final, algunos comentarios reales concluyeron el viaje conquistador. Además de eso, cada texto supo predeterminar, en cierto grado, mi posición frente a la labor conquistadora.

Cabeza de Vaca realmente supo involucrarme en las tragedias sufridas por españoles e indígenas durante los primeros años de la ocupación del nuevo mundo. Ese recorrido temporal, geográfico, y emocional que el autor describe en todo su libro, me llevó por muchos senderos desconocidos haciéndome partícipe del relato. Durante la lectura de este libro me mostré bastante solidario con los españoles por sus sobrellevadas experiencias.

De las Casas, con su acusación a los españoles por el mal proceder para con los indígenas durante la conquista me dio a entender la real situación en las Américas. La fuerte queja formulada por Bartolomé de las Casas cambió mi posición frente al problema de la conquista y fue así como me vi a mí mismo como español con alma de indígena –aunque me arriesgo cuando digo que tengo alma de indio porque a este punto del viaje no se sabía si los indígenas gozaban de tal virtud como la de tener un “un alma”-

Los Comentarios Reales fueron el episodio final de mi viaje para el cual mi entendimiento de la conquista ya estaba bastante fundamentado. Es aquí donde encontré explicación adecuada o aceptable para muchas de las incomprensiones encontradas durante los dos primeros episodios de este viaje. Al final, y para no crear rivalidades más de las existentes, de la Vega me predispone con su texto a asumir la posición de aquel que tiene deberes como indígena y como español por naturaleza. Sin embargo, después de la odisea que representa el periodo de la conquista y un poco bajo la luz del entendimiento, no dejo de ser un lector inclinado hacia lo indígena.

Tuesday, October 14, 2008

La Posición de Garcilaso

Durante la primera parte del libro no me quedaba clara la posición que de la Vega estaba asumiendo en su texto con relación al asunto indígena o español. Al avanzar en la lectura del texto y después de observar detenidamente cómo de la Vega expone los asuntos indígenas, me queda claro qué tanto del lado de los incas se encuentra el autor. Es cierto que cada capítulo en el libro está descrito con propiedad, sin importar si el relato se refiere a lo indígena o a lo español. Esto es debido a que el autor argumenta sus puntos de vista desde sus dos posiciones naturales como son la de ser indígena por parte de su madre y la de ser español por parte de su padre. Esta dualidad propia del autor es lo que hace que el texto no pierda su interés manteniendo al lector en un estado de ansiedad por conocer cada vez más. A pesar de toda esta armonía que se presenta en el texto con relación a la posición del autor frente a los dos grupos expuestos en el relato, siguen habiendo algunas cosas que me parecen permanecen en conflicto de principio a fin de los comentarios. Una de esas cosas, y tal vez la más significante para mí, es la exaltación de la religión Católica como la religión de la verdad que debe ser impuesta a los indígenas.

Apartándonos de ese tema para dar una visión general de los Comentarios Reales, me parece justo decir que es un texto bastante interesante por su contenido, su forma de presentar los temas y por el mismo hecho de que genera discusión en el lector con respecto al tema de la conquista. La conquista ha sido tal que cada autor tiene su particular y justificado punto de vista a la hora de explicar algunos de los asuntos más controvertidos del debate entre indígenas y españoles. Sin embargo, y valga decirlo nuevamente, Garcilaso de la Vega crea un texto con tanta diversidad y autoridad sobre el tema, que tal vez por primera vez durante su tiempo, el lector tuvo la oportunidad de visualizar y contrastar esos dos puntos de vista acerca de la conquista en un solo texto. Comentarios Reales deja en el lector una sensación de confianza en la veracidad del relato.

Sunday, October 5, 2008

Garcilaso: Mensajero Real

La primera parte de Comentarios Reales me ha dejado en una extraña posición de incertidumbre con relación a la posición del autor. En las primeras páginas, Inca Garcilaso de la Vega se muestra como un católico bastante obediente a la voluntad del Rey de España y sumamente respetuoso a todo lo que su reinado implica. Sin embargo, en el transcurso del texto parece que de la Vega toma una posición enfática a favor del imperio inca, pero con algunas desaprobaciones en asuntos de religión, generalmente. Es de entender que la descendencia española e inca que de la Vega ha obtenido por parte de su padre y madre respectivamente han marcado con interés las posiciones en sus textos, pero no será hasta el final que espero me quede clara la posición del autor en este texto.

De esa posición del autor al principio bastante español me parece interesante cómo trata el asunto de la religión católica frente a las “fábulas” de los incas. Me parece que está tratando de acreditar la religión católica por medio de la desacreditación de las costumbres incas. Sin embargo, desde mi punto de vista sus anotaciones acerca de la credibilidad de las “fabulas” de los incas podrían ser exactamente válidas a la hora de cuestionar la veracidad del culto católico. Por ejemplo, en la página 31 hay un pasaje que podría tomarse como modo explicativo del origen de muchas religiones en el mundo y no como una razón particular para explicar el culto inca.

“Lo que yo, conforme a lo que vi de la condición y naturaleza de aquellas
gentes, puedo conjeturar el origen deste príncipe Manco Inca, que sus vasallos,
por sus grandezas, llamaron Manco Cápac, es que debió de ser algún indio de buen
entendimiento, prudencia y consejo, y que alcanzó bien la mucha simplicidad de
aquellas naciones, y vio la necesidad que tenían de doctrina y enseñanza para la
vida natural, y con astucias y sagacidad para ser estimado, fingió aquella
fábula, diciendo que él y su mujer eran hijos del Sol , que venían del cielo, y
que su padre los enviaba para que doctrinasen y hiciesen bien a aquellas gentes
(…)”


En fin, aparte de la anotación a lo religioso y tal vez otros detalles menores, de la Vega, por lo menos en esta primera parte, se muestra bastante solidario con el imperio inca frente a la ocupación española en sus tierras, y es así que habla con tanto orgullo de las magníficas e inigualables cualidades de los incas en cuestiones de ingeniería, arte, arquitectura y matemática entre otras. Pero como he dicho arriba, no será hasta el final del texto que se revelará la verdadera posición del autor.